me tengo que ir a San Francisco, pero me llevo tu sur, ¿sí?
Es mi hora de irme, casa.
y ya siempre sonarán unas notas de música.
Quién sabe.
y esta mirada azul por esta ventana del sur que no se pierda
y este hilo de melancolía que siga flotando por los espacios que fueron míos
en las tardes en que hacía el amor
o contaba
y así mi espíritu, sea del color que sea,
no tenga que decirte adiós
viernes 21 de julio de dosmil6
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